De Pienso a Comida Húmeda
Cambiar la dieta de tu gato de pienso a comida húmeda o cruda puede parecer complicado, pero con paciencia y un plan claro, es totalmente posible. En este artículo, descubrirás cómo realizar la transición de forma segura, respetando el ritmo de tu gato, sin poner en riesgo su salud y logrando una alimentación más nutritiva y natural.
Cómo los gatos eligen su comida
Desde pequeños, los gatos desarrollan sus preferencias alimenticias basándose en factores como la dieta de su madre, genética y la exposición temprana a diferentes tipos de alimentos. Aunque los gatos adultos pueden aprender a aceptar nuevos alimentos, suelen ser cautelosos con lo desconocido, lo cual es un instinto natural para evitar comidas potencialmente dañinas.
El olfato y el gusto juegan un papel crucial en sus elecciones. Les atraen más los alimentos con un fuerte sabor a carne, como carnes rojas, grasa y vísceras, mientras que no pueden percibir sabores dulces, pero sí prefieren el umami, presente en las carnes. Si tu gato ha estado acostumbrado a comer únicamente croquetas, puede que no reconozca otras texturas o humedades como alimento.
Cómo realizar la transición
Cambiar la dieta de tu gato debe ser un proceso lento y basado en su ritmo. Jamás lo dejes sin comer para forzar la transición. Esto no solo es inefectivo, sino peligroso. Durante este proceso, asegúrate de que esté consumiendo suficientes calorías para evitar pérdida de peso. La transición puede tomar desde una semana hasta varios meses, y está bien retroceder si es necesario.

«Un gato no debe basar su alimentación en pienso»
Establece un horario de comidas
En la naturaleza, los gatos cazan pequeñas presas varias veces al día. Esto significa que prefieren comer comidas pequeñas y frecuentes en lugar de tener acceso constante a la comida. Dejar comida disponible todo el día fomenta la obesidad y dificulta el cambio de dieta.
(1) Establece un horario: Comienza alimentando a tu gato en pequeñas porciones distribuidas en 5-8 comidas al día. ¡Lo sé! no estás todo el día en casa. No te preocupes, puedes reducir la cantidad de comidas a 3-5 al día.
(2) Hazlo atractivo: Si no come en 10-15 minutos, retira el plato y vuelve a ofrecérselo más tarde cuando tenga más hambre.
(3) Usa un alimentador automático: Esto puede ayudarte si trabajas o no estás en casa todo el día – para pienso.

Elige los alimentos adecuados
Descubrir qué alimentos prefiere tu gato puede requerir algo de prueba y error. Algunos prefieren texturas como paté o trozos en salsa, mientras que otros tienen predilección por ciertos sabores, como pollo o pescado. Prueba con diferentes marcas y texturas hasta encontrar una combinación que le guste. En Meowchitos podeis ver las fotos de las texturas de cada alimento antes de comprarlos.
- Comida húmeda y cruda: Si tu gato está acostumbrado a las croquetas, introduce poco a poco alimentos más húmedos. Puedes mezclar su comida actual con la nueva para que se acostumbre al sabor y textura.
- Toppings y estimulantes: Para hacer los nuevos alimentos más atractivos, usa toppings como filetitos de salmón, levadura nutricional o snacks triturados tipo Churu.
- Alimentos para gatos mayores: Opta por alimentos bajos en fósforo para proteger sus riñones y más suaves si tienen problemas digestivos. Evita opciones ricas en fósforo como hígado, riñones, sardinas, atún, salmón y yema de huevo.

¡Sé paciente y no te desanimes! Recuerda lo importante que es que tu gato coma comida húmeda.
Ayuda a tu gato a reconocer la nueva comida
Los gatos acostumbrados a croquetas pueden no reconocer otros alimentos como «comida». Para ayudarlos:
- Presenta el nuevo alimento junto al antiguo: Coloca una pequeña porción de la comida nueva en un plato separado, junto a su comida habitual.
- Sé constante: Puede que lo ignore al principio, pero con el tiempo, la curiosidad lo llevará a probarlo.
- Usa olores atractivos: Los gatos se sienten atraídos por olores intensos, así que aprovecha sus snacks favoritos para potenciar el aroma.

Introduce los nuevos alimentos poco a poco
El cambio abrupto puede causar molestias digestivas. Comienza ofreciendo una pequeña cantidad del nuevo alimento mezclado con el habitual y aumenta gradualmente la proporción. Observa si hay vómitos o diarrea antes de seguir aumentando. Este proceso puede tomar de 2 a 4 días por cada alimento nuevo.
Calcula cuánto y con qué frecuencia alimentar
La cantidad de comida que necesita tu gato depende de su peso, edad y nivel de actividad. Por ejemplo, un gato de 4.5 kg necesita entre 218-261 kcal al día, 174 kcal al día si quieres que pierda peso. Divide esta cantidad en varias comidas al día para mantener un peso saludable.
Para gatos más jóvenes o activos, puedes ajustar las calorías hacia arriba. Pesa a tu gato semanalmente para asegurarte de que no esté ganando o perdiendo peso de manera inesperada.

Crea una rotación de alimentos
Una rotación de alimentos asegura que tu gato reciba una variedad de nutrientes y reduce el riesgo de aburrimiento. Lo ideal es incluir al menos 3 marcas diferentes, 3 tipos de proteínas y una mezcla de texturas. Por ejemplo:
- Pollo y codorniz (húmedo)
- Carne de res (crudo)
- Salmón (liofilizado)

Resolver problemas comunes
Si tu gato rechaza los nuevos alimentos o parece tener náuseas (como vomitar espuma blanca o bilis amarilla), detén el proceso y vuelve a su dieta anterior hasta que se sienta mejor. Luego, retoma la transición más lentamente. Si tiene problemas digestivos, considera usar probióticos específicos para gatos, como Firm up! | GI Balance, que puede ayudar a reducir la diarrea y mejorar su microbioma.

Conclusión
La clave para una transición exitosa es la paciencia y la consistencia. Adapta el proceso al ritmo de tu gato y prueba diferentes combinaciones hasta encontrar lo que funciona. Con tiempo y creatividad, lograrás mejorar su dieta, incluso si es un gato mayor con preferencias muy marcadas.
«Cambiar la dieta de tu gato requiere paciencia, observación y consistencia. Cada gato tiene su propio ritmo, y es importante respetarlo para garantizar una transición exitosa. Recuerda que este cambio no solo mejorará la calidad de vida de tu gato, sino que también fortalecerá su salud a largo plazo. Con amor, paciencia y estos consejos, tu gato podrá disfrutar de una dieta mucho más rica y natural.»
Aviso legal: LYMA no es veterinario, y esta información no debe tomarse como asesoramiento médico. Cualquier recomendación sobre dietas, suplementos o consejos proporcionados en este sitio es únicamente para fines informativos y debe ser revisada con tu veterinario. Esto no reemplaza el cuidado veterinario, medicamentos o diagnósticos. Las sugerencias de dietas o suplementos no están destinadas a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.
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